ALERGIA ALIMENTARIA
La alergia a los alimentos es una enfermedad provocada por una hipersensibilidad del individuo a los alérgenos ingeridos. Se debe tener en cuenta la diferencia entre El termino alergia alimentaria es comúnmente utilizado en medicina veterinaria para describir un síndrome clínico de dermatitis y/o signología gastrointestinal, manifestados por la alergia. Sin embargo, el verdadero significado de ”alergia alimentaria” es diferente al uso popular. Las siguientes definiciones son del manual de “Dermatología canina y felina” de Jackson y Mueller de BSAVA.
- Alergia alimentaria: reacción adversa inmunomediada a un antígeno alimentario.
- Reacción adversa al alimento: respuesta clínica anormal a un componente dietario.
- Intolerancia alimentaria: respuesta fisiológica anormal al alimento (reacción metabólica o farmacológica) o envenenamiento alimenticio.
Fisiopatología
El termino hipersensibilidad se refiere a la excesiva o inadecuada respuesta inmunitaria frente a antígenos ambientales, habitualmente no patógenos, que causan inflamación tisular y malfuncionamiento orgánico, la alergia es una hipersensibilidad tipo 1 , de acuerdo con la clasificación de gell y coombs, esta respuesta corresponde a un mecanismo de daño mediado por linfocitos Th2 e inmunoglobulina E igE también conocida como respuesta de hipersensibildad alérgica. Se sintetizan IgE contra alérgenos, la cual se unirá a sus receptores en la superficie de mastocitos. Cuando el nivel de IgE alcanza un nivel crítico, la siguiente exposición al alérgeno originara un entrecruzamiento de los receptores de IgE que lleva a su degranulación. Las sustancias liberadas (histamina, triptasa, quimasa, entre otras) durante este proceso son las responsables de los síntomas de la alergia. La facilidad de generar grandes cantidades de IgE es lo que se denomina alergia. Las reacciones inmunológicas a alimentos pueden ser mediadas por una respuesta celular, humoral o ambas. En el perro las alergias alimentarias pueden ser caracterizadas por un aumento de los niveles de anticuerpos (IgE o IgG en perros). La incidencia de la alergia por edad es desconocida, es decir, se puede manifestar a cualquier edad a lo largo de la vida. Muchos pacientes alérgicos alimentarios pueden ser alérgicos a más de un alérgeno alimentario al mismo tiempo.
Factores predisponentes
Existe una predisposición genética en el desarrollo de esta enfermedad, por ejemplo la raza Labrador retriever. La alergia alimentaria puede desarrollarse en perros con atopia o en perros sanos, ya que la dermatitis atópica puede ser activada por alimentos o por alérgenos ambientales.
Muchos perros jóvenes (< 6 meses) pueden ser diagnosticados con alergia alimentaria. Esto no quiere decir que esta alergia sea más frecuente en perros jóvenes, ya que la atopia es el diagnóstico más común a esa edad, pero si nos indica que la hipersensibilidad al alimento es una enfermedad que puede desencadenarse a cualquier edad a lo largo de la vida de un animal. No hay predisposición de género.
La dieta influye directamente en la alergia alimentaria que desarrolla un individuo, porque un animal no puede transformarse en alérgico a un ingrediente al que nunca haya sido expuesto. Ha sido documentado que pacientes que desarrollan una reacción alérgica por alimentos, también han sido sensibilizados a plantas o pólenes.
SIGNOS CLINICOS
Los signos clínicos pueden variar desde una alergia aguda a una anafilaxia. Algunos signos cutáneos de alergia alimentaria incluyen las infecciones recurrentes, especialmente otitis externa e infecciones cutáneas pueden estar presentes.
A menos que la dieta del paciente cambie con la estación del año, la alergia alimentaria puede causar prurito persistente todo el año. Si el prurito empeora según la estación del año, lo más probable es que se trate de una alergia ambiental. El patrón del prurito es indistinguible a la atopia: cara (perioral y periocular), oreja, abdomen ventral, área inguinal y flancos, axilas, extremidades distales y zona interdigital. Cualquier paciente con prurito crónico por alergia alimentaria y/o ambiental, puede presentar excoriaciones secundarias, eritema, alopecia auto inducida, liquenificación e hiperpigmentación.
Los signos gastroentericos en un paciente con prurito crónico puede ser una señal de alergia alimentaria. Sin embargo, la verdadera prevalencia de los signos gastrointestinales en la hipersensibilidad alimentaria es desconocida. Signos gastrointestinales pueden ser hallazgos más sutiles como el frotamiento de la región anal, borborigmos, movimiento peristáltico aumentado, dificultad para defecar o sangrado intermitente o mucosidad en las fecas, diarreas leves.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Mientras el prurito crónico es una clave muy característica de la alergia alimentaria, también lo es para muchas otras condiciones dermatológicas. De esta forma muchas otras patologías pueden imitar la alergia alimentaria, algunos ejemplos incluyen ectoparásitos (pulgas, Sarcoptex scabiei, Demodex canis), infecciones (Staphylococcus intermedius, malassezia pachidermatys) u otras condiciones alérgicas (picadura de insecto, hipersensibilidad por contacto).
La historia y examen clínico del paciente ayuda a orientarse en diagnósticos diferenciales. Por ejemplo, el prurito inducido por un ectoparásito puede ser prioridad en la lista de prediagnosticos para un paciente que presenta prurito de aparición aguda, alopecia dorso-lumbar, contacto con múltiples animales que también tienen prurito. Este paciente debe ser evaluado antes de buscar otras causas de prurito. Es importante destacar que un paciente con historia de respuesta a los glucocorticoide, no distingue entre una alergia alimentaria y ambiental. El prurito de cualquier alergia puede tener respuesta a los glucocorticoides. Igualmente una infección microbiana concurrente puede causar prurito en cualquier alergia y persistir a pesar del uso de glucocorticoides.
La atopia canina y la reacción adversa al alimento se pueden manifestar exactamente de la misma forma. En algunos pacientes alérgicos, ambas alergias alimentaria y ambiental pueden estar presentes, por esta razón el tratamiento con alimento para el diagnóstico de alergia alimentaria debe ser considerado, sobretodo en un paciente con prurito crónico y no estacional.
Siempre y cuando el diagnóstico de la alergia alimentaria este establecido, es necesario determinar si otro problema está contribuyendo a los signos clínicos. Un paciente puede tener alergia alimentaria, pero tener prurito y otros signos clínicos asociados a picadura de pulgas, infecciones y/o alergia ambiental. Es especialmente importante diagnosticar y tratar otras condiciones pruriginosas cuando intenta evaluar un paciente de alergia alimentaria con un tratamiento alimentario. Si el prurito persiste durante el tratamiento con alimento hipoalergenico, el diagnostico puede resultar en un falso negativo.
DIAGNOSTICO
El diagnostico se basa en la historia y sinología clínica seguido por la confirmación de la alergia alimentaria a través de un tratamiento alimentario y luego un desafío alimenticio de provocación.
No existe el diagnostico sanguíneo o test cutáneo para alergia alimentaria, pero un test diagnostico puede ser usado como guía para descartar diagnósticos diferenciales. Por ejemplo, cultivo de hongos de pelo o escama es necesario para descartar dermatofitosis; raspado de piel es necesario para descartar ectoparásitos. La citología puede ayudar a determinar la presencia de bacterias y/o levaduras que deben ser tratadas.
El tratamiento alimentario es de elección en medicina humana y veterinaria para diagnosticar alergia alimentaria y otras reacciones adversas al alimento. Una dieta con ingredientes nuevos debe ser aplicada en el tratamiento, esta proteína nueva puede ser cocinada en la casa o un producto comercializado de prescripción médica. Para animales en crecimiento o animales con dieta especial por otra condición médica, la comida casera debe ser balanceada nutricionalmente por un nutricionista.
Asumiendo que la mayoría de las reacciones adversas al alimento en nuestros pacientes están mediadas por anticuperpos IgE, se pensó que los péptidos eran muy pequeños para desencadenar una reacción IgE, pero esta documentado que no es asi, por lo tanto la dieta que contiene proteína hidrolizada o digerida no es una alternativa diagnostica. Sin embargo, algunos pacientes alérgicos alimentarios igualmente reaccionan a dietas que contienen proteína hidrolizada.
En todos los pacientes, la dieta de exclusión debe durar entre 6 – 8 semanas sin otra alimentación, medicaciones saborizadas o suplementos. Una alergia alimentaria es diagnosticada si los signos clínicos (prurito, infecciones) cambian mientras esta con la nueva dieta y luego vuelven cuando se reintroduce el alimento anterior (desafío).
Histopatologicamente los hallazgos de alergia alimentaria son muy variables. La piel puede manifestar edema en la epidermis, o hiperplasia y una infiltración perivascular de variadas células inflamatorias (linfocitos, histiocitos y eosinofilos), infiltración de mastocitos. Ya que hay muchas condiciones dermatológicas que pueden presentar patrones histopatológicos similares, una biopsia de piel no es el examen preferido para diagnosticar alergia alimentaria. La biopsia de piel no puede determinar a qué ingrediente un paciente es alérgico o si un paciente es alérgico alimentario o ambiental. Sin embargo, la biopsia de piel puede ser utilizada para orientarse en los diagnósticos diferenciales.
Pueden haber infecciones secundarias por prurito que son importantes de diagnosticar a través de un examen citológico, para que sean tratadas mientras se realiza la dieta hipoalergenica, por ejemplo a Malassezia pachidermatys es una infección recurrente en un perro con reacción adversa al alimento.
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